Una encuesta realizada este año por el Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano (COPUB) indicó que en la Ciudad de Buenos Aires, sólo en el 47% de las viviendas se separan los residuos.

Del resto, los que no separan sus residuos o lo hacen sólo en ocasiones, el 61% explica que no tiene tiempo o se olvida de hacerlo, en tanto que el 20% directamente no cree que sea importante llevarlo a cabo, y el 18% no sabe cómo separar la basura en función de sus componentes.

¿En qué consiste exactamente la "separación de residuos"? Es la clasificación que se hace entre aquellos deshechos que pueden ser reciclados y los que no. Es la primera etapa del proceso de reciclaje. Es importante que los materiales que sean reciclados estén limpios. Si una botella o envase de plástico están sucios, hay que lavarlos con una esponja, agua y detergente.

Es el proceso que transforma materiales usados y desechos en nuevos productos. "La mayoría de los desechos domésticos pueden ser descompuestos y procesados para hacer cosas nuevas. Este proceso utiliza menos energía y recursos que la fabricación de artículos nuevos, por lo que contribuye a salvaguardar el medio ambiente", explican desde la empresa Unilever que, a traves de sus productos de limpieza, recolectan y procesan más envases plásticos de los que venden.

De esta manera, la empresa puede garantizar que todos sus envases de plástico sean reutilizables, reciclables o compostables de acá a 2025. Un ejemplo de esto es lo que hicieron con el lanzamiento de nuevas botellas hechas 100% de plástico reciclable y reciclado de crema, gatillo y detergente.

En el mundo, la separación de residuos tiene cuatro categorías, cada una de ellas identificadas con un color. El azul para papeles y cartón; el amarillo se destina a todo tipo de envases (botellas, bolsas de plástico, latas); el verde claro es para el vidrio; y el verde oscuro identifica a los residuos orgánicos, que pueden enterrarse.

En la Argentina, la separación de residuos tiene desde 2020 una codificación binaria, con dos colores involucrados, según lo dispuesto por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

“Se utiliza a nivel nacional el color verde en el caso de aquellos materiales que puedan ser valorizados y cuya mezcla no comprometa la posibilidad de clasificación secundaria y posterior valorización; y el color negro para los residuos sin alternativa de valorización”, informaron desde el Ministerio. Es decir, en el negro van todos los residuos orgánicos y en el verde, los que se pueden reciclar.

Antes de desechar algún material, debemos considerar si es algo que se puede reutilizar. Gran parte de lo que consumimos tiene esta característica, eso sí, todos deben estar limpios y secos, sin restos de residuos alimenticios. En el hogar, algunos de los materiales que se pueden reciclar son:

Residuos especiales: Son aquellos cuya generación proviene del consumo masivo y, que por sus consecuencias ambientales o características de peligrosidad, requieren de un proceso adecuado y diferenciado de otros residuos.

Por lo tanto, deben ser desechados o reciclados en lugares específicos como los puntos verdes. Por ejemplo: pilas y baterías recargables, objetos electrónicos, textiles, aceite vegetal, neumáticos, medicamentos, pinturas y solventes.

Cuando reciclamos, cometemos más errores de los que imaginamos. Esto puede hacer que nuestro esfuerzo por separar la basura sea en vano. Estos son los 8 errores más comunes que cometemos al separar la basura y cómo evitarlos.

1. Cartón manchado de comida u otros productos no se recicla. Los envases que transportan alimentos en delivery por ejemplo, suelen venir con manchas de grasa, queso, etc. como las cajas de pizza o de hamburguesas. Ese cartón manchado es muy difícil de reciclar por lo tanto hay que tirarlo siempre al tacho de de los residuos orgánicos.

2. El vidrio y el cristal no son iguales, no van al mismo tacho. Este error es uno de los clásicos: la fundición de estos materiales se hace en hornos distintos, por lo que no deben ir en el mismo contenedor. El vidrio es 100% reciclable, es decir, que se puede fundir de nuevo sin perder cantidad ni calidad. Va en el tacho para reciclar.

El cristal, por su parte, contiene metales pesados que le otorgan sonoridad y brillo. Esto perjudica el proceso de reciclaje y puede añadir impurezas a los nuevos envases. Lo ideal es llevarlo a un punto verde.

3. Toallitas húmedas y pañales son residuos orgánicos. Los pañales no son reciclables, siempre deben ir al contenedor de deshechos orgánicos. Lo mismo pasa con las toallitas húmedas: no son biodegradables, por lo que también se deben tirar en el contenedor de restos orgánicos.

4. Servilletas de papel sucias no se reciclan. Cuántas veces dudamos cuando levantamos la mesa y juntamos las servilletas de papel en bollitos o las dobladas y usadas. La servilleta de papel se puede reciclar pero si está sucia o con restos de alimentos, no; ya que durante el proceso es muy complicado separar la suciedad del papel. Así que, si la servilleta está sucia, su lugar correcto es el contenedor de restos orgánicos.

5. Cápsulas de café. Están hechas de plástico, sí, pero están manchadas de café. En esos casos, como se mencionó anteriormente, se dificulta el proceso de reciclaje por lo que hay que tirarlas al tacho de residuos orgánicos. Otra opción, si es posible, es llevarlas al local del fabricante, ya que allí tienen tachos especiales para colocarlas y sabrán qué hacer con ellas.

6. Los cepillos de dientes usados no se reciclan. Aunque sean de plástico, no son un envase y además, sus cerdas suelen ser de nylon y su reciclaje es más complicado, por lo que van al contenedor de orgánicos o también pueden llevarse a un punto verde. Existe una alternativa más ecológica y son los cepillos de bambú, un material más biodegradable que el plástico.

El bambú es un antimicrobiano natural, lo que significa que ese cepillo de dientes es también más resistente a las bacterias que pueden crecer en el plástico. 

7. Las bombitas de luz no van en el contenedor de vidrio. Hay que tener presente que las bombitas contienen filamentos y partes de otros materiales distintos al vidrio que deben ser específicamente separados y manipulados. Por lo tanto, lo correcto es llevarla a un punto verde.

8. Los blisters de medicamentos no se reciclan, las cajas sí. Las cajas pueden ser recicladas normalmente, pero no se lo puede hacer con los blisters o los envases de vidrio o plástico, ya que pueden contener restos de compuestos químicos que puede ser dañinos. Al igual que las pilas, baterías y bombitas de luz, tienen que ser llevados a un punto verde.

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