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El mejor truco para limpiar los paños de cocina y evitar las bacterias
El entorno de la cocina es donde se suelen acumular mayor número de bacterias, ya que estamos tratando con residuos de alimentos que contienen distintos microorganismos que pueden resultar muy perjudiciales. Es así como la limpieza se convierte en una actividad continua y persistente. Tanto los enseres que utilizamos como la superficie en la que se trabaja, debe estar totalmente impoluta. Y, para ello, nos suele venir muy bien tener siempre a mano un buen paño de cocina.
Sin embargo, y aunque es un método eficaz y seguro, es necesario tenerlo siempre limpios. Pero ¿sabes cómo hacerlo para que queden libres de cualquier resto de bacterias? Introducirlos en la lavadora no es suficiente. Así que mejor aplicar estos sencillos consejos con los que te librarás de cualquier peligro y contaminación en tu cocina.
Un lavado normal en la lavadora no es suficiente para que los paños de cocina se desprendan de toda la suciedad y gérmenes. De ahí, que sea necesario una limpieza más profunda en la que se cuente con una buena desinfección.
Para ello, vamos a lavarlos a una temperatura mínima de 60 grados y agregaremos cualquier producto que tenga como base la lejía. Además, y de forma alterna, se puede añadir junto al detergente habitual una pequeña dosis de blanqueante líquido con cloro.
Para el secado es mucho mejor utilizar el aire libre y evitar las secadoras, ya que podrían perjudicar el tejido.
Lo ideal es lavarlos solos en la lavadora. Pero si tenemos que llenar el tambor con otras prendas, mejor que sean sintéticas para que no suelten ningún tipo de pelusa, como el algodón, por ejemplo. Se deben lavar con agua tibia o fría y sin detergente. Dejar secar al aire.
Lo ideal es hacerlo después de cada uso, mucho más si has estado manipulando y limpiando carnes o pescados crudos o has tenido que limpiar algún derrame. Sin embargo, puede que estés esperando para tener una carga completa en la lavadora. Lo recomendable entonces es guardarlos en un recipiente de plástico con tapa, para evitar olores en la cocina. Mejor también que estén libres de humedad, ya que podrían proliferar los hongos.
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