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Todas las tablas, aunque se usen poco, son el caldo de cultivo perfecto para que las bacterias y los microbios campen a sus anchas

Las tablas de cortar son una herramienta sencilla y muy utilizada - aunque no imprescindible - en la cocina. Las hay de distintos materiales, tamaños y formas para adaptarse a diferentes necesidades y preferencias de cada cocinero. 

Cada material tiene sus ventajas e inconvenientes. Sin embargo, son las de madera y de plástico las que más suelen verse en las cocinas porque son baratas y fáciles de encontrar en cualquier local. El problema es que, si no se les presta demasiada atención, no son demasiado higiénicas.

Todas las tablas, aunque se usen poco, son el caldo de cultivo perfecto para que las bacterias y los microbios campen a sus anchas: todo tipo de alimentos pasan por ahí dejando restos y jugos. Aunque algunas bacterias son inofensivas o incluso beneficiosas, otras pueden causar enfermedades si se ingieren.

Hay varios tipos de bacterias que pueden encontrarse en las tablas de cortar, como la Escherichia coli, la Salmonella y la Listeria. Todas ellas producen síntomas como diarrea, calambres abdominales y fiebre mientras que la listeria  puede causar una infección grave denominada listeriosis, que puede provocar la muerte.

Por este motivo, es esencial practicar una buena higiene al manipular y preparar alimentos para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas durante el cocinado. En este sentido, es fundamental lavarse las manos y los utensilios constantemente, así como limpiar y desinfectar la tabla de cortar después de cada uso.

Entonces, como es inevitable que los alimentos dejen restos, ¿qué podemos hacer para evitar en la medida de lo posible esta acumulación y mantener nuestras tablas de cortar lo más  limpias que se pueda? 

Una de las formas más eficaces de mantener a raya las bacterias de una tabla de cortar es lavarla a fondo con agua caliente y jabón después de cada uso. Por otra parte, se pueden utilizar sprays o toallitas desinfectantes para eliminar las bacterias de las tablas de cortar. Sólo tienes que seguir las instrucciones del producto y dejar que el desinfectante se seque completamente antes de volver a utilizar la tabla.

Otra opción es utilizar una tabla de cortar de plástico o cristal, que puede limpiarse y desinfectarse fácilmente en el lavavajillas y son más limpias que las de madera y plástico. También es buena idea utilizar una tabla de cortar distinta para las carnes crudas y otra para las verduras, a fin de reducir el riesgo de contaminación cruzada.

A veces, limpiar hasta la saciedad deja de ser una opción válida. Por lo tanto, es una buena idea sustituir periódicamente la tabla de cortar si está excesivamente desgastada o dañada. Así te asegurarás de utilizar una superficie limpia y segura para preparar los alimentos.

Si no quieres cambiar tu tabla de cortar, esta es la mejor forma de limpiarla a fondo:

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