Escrito por Katherine Flórez
Los paños y las toallas son elementos muy útiles en cualquier hogar. El blanquear tus toallas puede parecer una tarea difícil, sin embargo, no lo es. Estas no solo sirven para secar el cuerpo, sino que también pueden emplearse para absorber derrames y limpiar diversos espacios.
Pero con el paso del tiempo es común que comiencen a endurecerse y mancharse, a pesar de los continuos lavados con el detergente regular.
Las sustancias provenientes de los alimentos, el percudido por las células muertas, el sudor y otros tipos de suciedad, les dan un aspecto desagradable que nos hace considerar tirarlas a la basura.
No obstante, sabemos que ahora hay muchos quitamanchas que pueden ayudar a darles un mejor aspecto. Estos contribuirán a prolongar su vida útil y mantenerlas radiantes.
Aunque algunas de las opciones son químicas y cuestan demasiado en el mercado, también hay alternativas caseras que nos dan resultados similares por muy poco.
En esta ocasión quisimos desempolvar los 6 antiguos trucos de las abuelas para que les des a tus toallas un aspecto blanco e higiénico.
El silicato de sodio es un producto inorgánico. Suele utilizarse en la fabricación de detergentes en polvo y también para la creación de otros productos de limpieza. Según la información del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene de España, deberemos tener cuidado con la inhalación y el contacto con la piel, puesto que puede provocar enrojecimiento e irritación dermatológica.
En este caso proponemos combinar una pequeña cantidad con el detergente líquido regular. Por lo tanto, conseguirás blanquear tus toallas y mantenerlas suaves, blancas y libres de percudido.
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El vinagre blanco es un producto 100% ecológico y natural que, además de limpiar y desinfectar, también suele ser recomendado como remedio medicinal casero. Así lo afirma este estudio realizado por la Universidad Estatal de Arizona.
Para el lavado de las toallas nos resulta ideal, ya que ayuda a conservarlas esponjosas, absorbentes y libres de malos olores o moho.
La aplicación de bicarbonato de sodio en las toallas es una buena alternativa para quitar las manchas y también para mantenerlas suaves y libres de asperezas, tal y como afirma esta investigación realizada por la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos).
Se cree que, si bien el aceite de girasol es oleoso y podríamos pensar que puede manchar las telas, lo podríamos combinar con blanqueador seco y detergente para mantener las toallas impecables y blancas. Sin embargo, no existen evidencias científicas de que esto funcione. Si aun así quieres probarlo:
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Con una mezcla de amoniaco y vinagre durante el enjuague en la lavadora también podrás conseguir unas toallas limpias, suaves y libres de olores desagradables.
El amoniaco sirve como agente de limpieza y evitará que el detergente común se quede adherido de las fibras.
Además, el vinagre blanco, tal y como comentábamos en el primer apartado, desinfectará y dejará una sensación de suavidad y frescura.
El cloro es un desinfectante y blanqueador universal, utilizado en el lavado de textiles y la limpieza doméstica. El hipoclorito de sodio puede usarse en disoluciones de remojado o durante el lavado en equipos de limpieza. No es recomendable verter el cloro concentrado sobre las toallas.
Como ves, es posible recuperar el color de nuestras toallas aplicando estos remedios caseros. No obstante, el lavado periódico correcto es determinante para prevenir la aparición de manchas desagradables. En general, es recomendable lavar las toallas 1 vez cada 2 semanas, con agua caliente y detergentes que no dejen residuos.
Ante la presencia de manchas persistentes, elige cualquiera de los trucos que mencionamos y deja de gastar tu dinero en costosos quitamanchas con químicos agresivos.
Te contamos cómo preparar un suavizante casero a partir de productos naturales para tus toallas, no te defraudará.
Los contenidos de esta publicación se redactan solo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar o sustituir diagnósticos, tratamientos o recomendaciones de un profesional. Consulta con tu especialista de confianza ante cualquier duda y busca su aprobación antes de iniciar cualquier procedimiento.
Escrito por Katherine Flórez
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