Siete errores que cometes al limpiarte la cara

2023-01-05 18:00:51 By : Mr. Mike M

Seguramente hayas tirado de toallitas desmaquillantes más de una vez. Probablemente, también hayas probado los limpiadores-exfoliantes con la idea de que limpiaran mejor o te dejaran la piel más lisa. O has usado un jabón teniendo la piel seca, o un aceite con la piel grasa. Y ojo, porque esta no falla: ¿te ha dado pereza cambiar la toalla con la que te secas el rostro a diario tras el ritual? Pues bien, tenemos que decirte que si has respondido 'sí' a alguna de estas opciones, estás cometiendo errores a la hora de lavarte la cara.

Hacerlo correctamente es esencial, lo explica la doctora Candy Hernández, experta en medicina estética: “Hacer una buena limpieza significa dejar la piel en estado óptimo para los tratamientos que utilicemos a posteriori; si utilizamos para ello los productos adecuados, facilitaremos que los principios activos que empleemos en nuestra rutina hagan su función, y además, la limpieza facial también tiene ese componente relajante para, al terminar el día, regalarnos un ratito para nosotros mismos y desconectar”.

Pasa a menudo que menospreciamos la calidad de los productos limpiadores pensando que 'todo vale', y que lo único que importa es el sérum o la crema de después. Pero no es así, como confirma Anne Marie Chauveau, directora de The Oriental Spa Garden del Hotel Botánico: “La piel es el órgano más expuesto a los elementos climatológicos, al viento y al sol, y necesita productos que la mimen de principio a fin, elegir limpiadores adaptados a su tipo de piel y cambiar de vez en cuando de productos, porque cada línea aporta diferentes componentes a la piel, incluidos los destinados a la limpieza”. A partir de esta premisa, las expertas enumeran los errores que debemos evitar a la hora de limpiar el rostro.

Usar agua caliente. Aunque en invierno resulte tentador, no debemos, ya que puede comprometer la barrera natural de la piel y provocar irritación y deshidratación, como subraya la Dra. Hernández. En su lugar conviene escoger siempre el agua templada, ni fría ni caliente.

Elegir un limpiador con partículas exfoliantes. Aquí la cosa cambia en función de si hablamos de que incorpora gránulos físicos o bien produce una exfoliación química, por ejemplo con ácidos. La experta en medicina estética desaconseja los primeros porque pueden producir inflamación, infecciones o incluso empeorar el acné. Lo completa Anne Marie Chaveau. “Si una piel con este problema se manipula demasiado, se produce un efecto rebote y se pueden generar más granitos, siendo peor el remedio que la enfermedad”. Sin embargo, los ácidos exfoliantes añadidos al limpiador pueden ser una buena opción, pues al estar en contacto tan solo unos pocos segundos se evita una posible irritación en piel sensible, y aportan los beneficios de recambio celular necesario para tratar los signos de la edad.

“A mí me encanta el ácido salicílico en limpiadores porque deja el poro limpio, la superficie suave, ayuda a controlar la producción de sebo y es apto para todos los cutis”, sugiere Candy Hernández. La directora de The Oriental Spa Garden prefiere evitar la exfoliación en el producto de limpieza y limitarla al fin de semana, argumentando que abusar de ello podría destruir el pH y ser agresivo. Otro consejo propuesto por la Dra. Hernández es no utilizar activos potentes como el retinol la misma noche de la exfoliación.

Abusar de la limpieza si eres deportista. Además de calmar la tez con bruma de agua termal al terminar, para la Dra. Hernández lo ideal es limpiar el rostro con un producto suave para piel sensible al terminar el ejercicio, pero sin abusar: “La mayoría nos lavamos la cara demasiadas veces y eso podría perjudicar la función barrera”.

Olvidar la zona del cuello y las orejas. “El cuello es una de las zonas más expuestas a factores externos y en la que también debería aplicarse a diario protector solar y otros tratamientos. Ese es el motivo de que resulte necesario retirar los restos de producto cada noche”, comenta la médico estético, que recalca la importancia de lavar igualmente una zona olvidada como es detrás de las orejas.

Abusar de los cepillos específicos. Si los usas has de ser tremendamente escrupulosa con las normas y mantener su higiene a rajatabla, pero la verdad es que no son muchos los expertos que recomiendan el uso de cepillos limpiadores. “Prefiero dejarlos para zonas del cuerpo en pieles muy resistentes, pero para el rostro elijo la exfoliación con el activo del producto”, comenta Candy Hernández.

Decantarse por toallitas desmaquillantes. Desde el centro INOUT, Elisabeth Álvarez, su directora y experta en dermocosmética, advierte de que en lugar de eliminar la suciedad la arrastran de un lugar a otro. “Además, al igual que con el agua micelar, si posteriormente no retiramos con agua, la tez puede irritarse o enrojecerse”.

No cambiar la toalla con frecuencia. Si la toalla con la que retiras los restos de suciedad y maquillaje está sucia, acumulará bacterias. Es lógico que al secarte la cara limpia con una toalla que lleva días sin lavar sea peor que si no te la lavas.

Con estos limpiadores faciales y siguiendo los consejos de arriba, tu rostro puede quedar impoluto:

Take The Day Off Balm de Clinique (32,50 euros). Su fórmula en bálsamo se transforma en un aceite sedoso ideal para masajear. Además, deja la piel suave y nada grasa.

Desmaquillante de Ojos al Aciano Bio de Klorane (8 euros). Limpia muy suavemente el contorno de los ojos y calma, es ideal incluso para quien lleva lentillas. Su pH es idéntico al de las lágrimas.

Gel Desmaquillante Suave de María Galland (66 euros el tamaño 300 ml junto a la Lotion Hydra Matité 400 ml). Es un gel limpiador en espuma que elimina suavemente el maquillaje e impurezas del rostro y los ojos.

Aceite Limpiador de Método R (29 euros). Su textura en aceite a base de aceite de oliva, de chía, ácido hiaurónico y vitaminas lo convierten en perfecto para hidratar y suavizar la piel, limpiando con suavidad y sin necesidad de doble limpieza.

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Seguramente hayas tirado de toallitas desmaquillantes más de una vez. Probablemente, también hayas probado los limpiadores-exfoliantes con la idea de que limpiaran mejor o te dejaran la piel más lisa. O has usado un jabón teniendo la piel seca, o un aceite con la piel grasa. Y ojo, porque esta no falla: ¿te ha dado pereza cambiar la toalla con la que te secas el rostro a diario tras el ritual? Pues bien, tenemos que decirte que si has respondido 'sí' a alguna de estas opciones, estás cometiendo errores a la hora de lavarte la cara.